San Francisco ha iniciado una demanda contra la vecina Oakland por una controvertida decisión de cambiar el nombre del Aeropuerto Internacional de Oakland a "Aeropuerto Internacional de la Bahía de San Francisco". Esta acción legal llega inmediatamente después de una votación unánime de los comisionados del Puerto de Oakland, motivada por las preocupaciones de la industria de la aviación sobre la falta de reconocimiento del nombre de Oakland, lo que, según ellos, obstaculiza la venta de boletos.

Danny Wan, director ejecutivo del Puerto de Oakland, destacó el problema al señalar que muchos viajeros potenciales no saben que Oakland está ubicado cerca de la Bahía de San Francisco, lo que ha impactado significativamente sus estrategias de marketing. El cambio de nombre sugerido, que aún conservaría el identificador de tres letras del aeropuerto, OAK, tiene como objetivo mejorar la visibilidad y el reconocimiento.

Sin embargo, San Francisco está impugnando esta medida en un tribunal federal, argumentando que el cambio de nombre podría generar confusión entre los viajeros. La ciudad mantiene una marca registrada en el “Aeropuerto Internacional de San Francisco”, ampliamente reconocida por su código, SFO, y afirma que el nuevo nombre del aeropuerto de Oakland podría infringir esto.

La alcaldesa de San Francisco, London Breed, también expresó su preocupación y afirmó en una carta al puerto de Oakland que Oakland tiene una identidad cultural rica y única que no necesita el nombre de San Francisco como apoyo para destacarse.

A pesar de las preocupaciones de San Francisco, Wan descartó la posibilidad de confusión y citó numerosos ejemplos de aeropuertos que comparten identificadores geográficos sin problemas. Mientras tanto, Mary Richardson, abogada que representa al Puerto de Oakland, expresó su decepción por la demanda. Ella defendió la decisión de cambiar el nombre, afirmando que no infringe la marca registrada de SFO y enfatizó el derecho de Oakland a resaltar su ubicación geográfica.

La reacción entre las aerolíneas ha sido mixta. Azores Airlines ya se ha adaptado al nuevo nombre propuesto en sus listas de vuelos. Por el contrario, United Airlines, que tiene una importante participación de mercado en SFO, ha expresado su oposición, citando posible confusión e inconvenientes para los viajeros que no están familiarizados con la región. Por otro lado, Southwest Airlines, que domina en Oakland, ha expresado pleno apoyo al cambio de marca, considerándolo un reconocimiento del importante papel económico de Oakland en el área de la Bahía de San Francisco.

El destino del nombre del Aeropuerto Internacional de Oakland ahora está en juego, a la espera de una decisión final de la Junta de Comisionados del Puerto de Oakland, prevista para el 9 de mayo. Esta decisión podría potencialmente redefinir cómo se percibe el aeropuerto tanto a nivel local como global.